¡Cuá
nta guerra me han hecho desde mi juventud *
—que
lo diga Israel—,
cuá
nta guerra me han hecho desde mi juventud, *
pero
no pudieron conmigo!
En
mis espaldas metieron el arado *
y
alargaron los surcos.
Pero
el Seño r, queᴗes
justo, *
rompió
las coyundas de los malvados.
Retrocedan
avergonzados, *
los
que odian a Sion;
sean
como la hierba del tejado, *
que
se seca y nadie la siega;
que
no llena la mano del segador *
ni
la brazada del que agavilla;
ni
le dice n los que pasan: *
«Queᴗel
Seño r te bendiga.» *
Os
bendecimos *
en
el nombre del Señor.
[(MÚSICA)]