Bendito
el Seño r, mi Roca, †
que
adiestra mis manos para el combate, *
mis
dedos para la pelea;
mi
bienhecho r, mi alcáza r, baluarte donde me pongo
a salvo, *
mi
escudo y mi refugio , que me somete los pueblos.
Seño
r, ¿quéᴗe
s el hombre *
para
que te fijes en él?
¿qué los hijos de Adán *
para
que pienses en ellos?
El
hombreᴗes
igual que un soplo; *
sus
día s, una sombra que pasa.
Seño
r, inclina tu cielo y desciende; *
toca
los monte s, y echará n humo;
fulmina
el rayo y dispérsalos; †
dispara
tus saetas *
y
desbarátalos.
Extiende
la mano desde arriba: †
defiéndeme
, líbrame de las aguas caudalosas, *
de
la mano de los extranjeros,
cuya
boca dice falsedades, *
cuya
diestra jura en falso.
Dio
s mío , te cantaré un cántico nuevo, *
tocaré
para Ti el arpa de diez cuerdas:
para
Ti que das la victoria ' a los reyes, *
y
salvas a Davi d, tu siervo.
Defiéndeme
de la espada cruel, *
sálvame
de las manos deᴗextranjeros,
cuya
boca dice falsedades, *
cuya
diestra jura en falso.
Sean
nuestros hijos un plantío, *
crecidos
desde su adolescencia;
nuestras
hijas sean columnas talladas, *
estructura
de un templo.
Que
nuestros silos estén repletos de frutos de toda especie; †
que
nuestros rebaños a millares se multipliquen en las praderas,
*
y
nuestros bueyes vengan cargados;
que
no haya brechas ni aberturas, *
ni
alarma en nuestras plazas.
Dichoso
el pueblo queᴗesto
tiene,
*
dichoso
el pueblo cuyo Dio
s
es el
Señor.
[(MÚSICA)]