Salmo 99


Aclamaᴗal Seño r, tierra entera,
servid al Seño r con alegría, *
entrad en su presencia con tores.
Sabe d queᴗel Seño r es Dios:
que ' É l nos hiz y somos suyos, *
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos, *
dándole gracia s y bendiciendo su nombre:
«El Seño r es bueno,
su misericordia es eterna, *
su fidelidad por todas las edades.»

[(MÚSICA)]

Salmo 100


Vo a cantar la bondad y la justicia,
para Tí  es mi música , Señor; *
vo a explicar el camino perfecto : ¿cuá ndo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón dentro de mi casa; *
no pondré mis ojos en intenciones viles.
Aborrezc al que obra mal, *
no se junta conmigo;
lejos de mí el corazón torcido, *
no aprobaré  al malvado.
Al queᴗen secreto difama ' a su prójim lo ha callar; *
ojos engreído s, corazones arrogantes n los soportaré.
Pongo mis ojo s en los que son leales,
ellos vivirán conmigo; *
el que sigue un camino perfecto , ése me servirá.
No habita en mi casa *
quien comete fraudes;
el que dice mentiras *
no durará en mi presencia.
Cada mañana ' haré callar a los hombres malvados, *
para excluir de la ciudad del Seño r a todos los malhechores.

[(MÚSICA)]

Salmo 101


Seño r, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta Ti; *
no meᴗescondas tu rostro el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco, *
escúchameen seguida.
Que mis días se desvanecen como humo, *
mis huesos queman como brasas;
mi corazón está ' agostado como hierba, *
me olvido de comer mi pan;
con la violencia de mis quejidos, *
se me pega la pie l a los huesos.
Esto como lechuza en la estepa, *
como búho entre ruinas;
estoy desvelado , gimiendo, *
como pájaro sin pareja en el tejado.
Mis enemigos me insultan sin descanso; *
furiosos contra mí , me maldicen.
En vez de pa n, como ceniza, *
mezclo mi bebida con llanto,
por tu cólera y tu indignación,
porque me alzasteᴗen vilo *
y me tiraste;
mis días son una sombr que se alarga, *
me voy secando como la hierba.
Tú , en cambio , permaneces para siempre, *
y tu nombre de generació n en generación.
Levántate
y ten misericordia de Sion, *
que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras, *
se compadecen de sus ruinas,
los gentiles temerán tu nombre, *
los reyes del mundo , tu gloria.
Cuando el Seño r reconstruya Sion, *
y aparezca en su gloria,
y se vuelva ' a las súplicas de los indefensos, *
y no desprecie sus peticiones,
quede ' esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que se creado *
alabará  ' al Señor.
Queᴗel Seño r ha mirado desde su excelso santuario, *
desdeᴗel cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos *
y librar a los condenados a muerte,
para ' anunciar en Sion el nombre del Seño r, y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos y los reyes *
para dar culto al Señor.
É l agotó mis fuerzas en el camino, *
acor mis as;
y yo dije : «Dio s o, *
no me arrebates en la mita d de mis as.»
Tus años duran por todas las generaciones:
al principio cimentaste la tierra, *
y el cielo es obra de tus manos.
Ellos perecerá n, Tú  permaneces,
se gastará n como la ropa, *
serán como un vestid que se muda.
Tú , en cambio , eres siempreᴗel mismo, *
Tus años n se acabarán.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros, *
su linaje durará en tu presencia.

[(MÚSICA)]

Salmo 102


Bendice , alma a , ' al Señor, *
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice , alma a , al Señor, *
y noᴗolvides sus beneficios.
É l perdona todas tus culpas *
y cura todas tus enfermedades;
É l rescata tu vida de la fosa, *
y te colma de gracia y de ternura;
É l sacia de bienes tus anhelos, *
y como un águila se renueva tu juventud.
El Seño r hace justicia *
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés *
y sus hazañas a los hijos de Israel.
El Seño r es compasivo y misericordioso, *
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando *
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trat como merecen nuestros pecados *
ni nos paga segú n nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, *
se levanta su bonda d sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso, *
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos, *
sienteᴗel Seño r ternura por sus fieles;
porque ' É l conoce nuestra masa, *
se acuerda de que somos barro.
Los días del hombre duran lo que la hierba, *
florecen como flor del campo,
queᴗel viento la roza,
y ya no existe, *
su terreno no volverá  ' a verla.
Pero la misericordia del Seño r dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos: *
para los que guardan laᴗalianz y recita n y cumplen sus mandatos.
El Seño r puso en el cielo su trono, *
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Seño r, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes, *
prontos a la voz de su palabra.
Bendecid al Seño r, ejércitos suyos, *
servidores que cumplí s sus deseos.
Bendecid al Seño r, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio. *
¡Bendice , alma a , al Señor!

[(MÚSICA)]