Salmo 105


Dad gracias al Seño r porqueᴗes bueno, *
porqueᴗes eterna su misericordia.
¿Quié n podrá contar las hazañas de Dios, *
pregonar toda su alabanza?
Dichosos los que respetan el derecho *
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo, *
visítame con tu salvación:
para que vea la dicha de tus escogidos,
y me alegre con laᴗalegría de tu pueblo, *
y me gloríe con tu heredad.
Hemos pecado con nuestros padres, *
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto no comprendieron tus maravillas;
no se acordaron de tu abundante misericordia, *
se rebelaron contra el Altísimo en el mar Rojo,
pero Dio s los salvó por amor de su nombre, *
para manifesta r su poder.
Increpó al mar Rojo , y se secó, *
los condujo por el abismo como por tierra firme;
los salvó de la mano del adversario, *
los rescató del puño del enemigo;
las aguas cubrieron a los atacantes, *
y ni uno solo se salvó:
entonces creyeron sus palabras, *
cantaron su alabanza.
Bien pronto ' olvidaron sus obras, *
y no se fiaron de sus planes:
ardían de avidez en el desierto *
y tentaron a Dio s en la estepa.
É l les concedió  lo que pean, *
pero les mandó un cólico por su gula.
Envidiaron a Moisés en el campamento, *
y a ' Aaró n, el consagrado al Señor:
se abrió la tierra
y se tragó  a Datán, *
se cerró sobre Abirón y sus secuaces;
un fuego abra a su banda, *
una llama consumió a los malvados.
En Horeb se hicieron un becerro, *
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen de un toro *
que come hierba.
Se olvidaron de Dio s, su salvador, *
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam, *
portentos junto al mar Rojo.
Dio s hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisé s, su elegido , se puso en la brecha frente a Él, *
para ' apartar su cólera del exterminio.
Despreciaron una tierra envidiable, *
no creyeron en su palabra;
murmuraban en las tiendas, *
no escucharon la vo z del Señor.
É l alzó la man y juró *
que los haría morir en el desierto,
que dispersaría su estirpe por las naciones *
y los aventaría por los países.
Se acoplaron con Baal Fegor, *
comieron de los sacrificios a dioses muertos;
provocaron a Dio s con sus perversiones, *
y los asaltó  una plaga;
pero Finés se levantó
e hizo justicia, *
y la plaga ce;
y se le apun a su favor *
por generaciones sin término.
Lo irritaron junto a las aguas de Meribá, *
Moisés tuvo que sufrir por culpa deᴗellos;
le habían amargado el alma, *
y desvariaron sus labios.
No exterminaron a los pueblos *
queᴗel Seño r les haa mandado;
emparentaron con los gentiles, *
imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos *
y cayeron en sus lazos;
inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas;
derramaron la sangre inocente *
y profanaron la tierr ensangrentándola;
se mancharon con sus acciones *
y se prostituyeron con sus maldades.
La ira del Seño r seᴗencendió  contra su pueblo, *
y aborreció su heredad;
los entregó en manos de gentiles, *
y sus adversarios los sometieron;
sus enemigos los tiranizaban *
y los doblegaron bajo su poder.
Cuá ntas veces los libró;
mas ello s, obstinados en su actitud, *
perecían por sus culpas;
pero É l mi su angustia, *
y escuchó sus gritos.
Recordando su pacto con ellos, *
se arrepintió con inmensa misericordia;
hiz que movieran a compasión *
a los que habían deportado.
Sálvano s, Seño r, Dio s nuestro, *
reúnenos deᴗentre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre, *
y alabart será  nuestra gloria.
Bendito sea el Seño r, Dio s de Israel,
desde siempre y por siempre. *
Y todo el pueblo diga : «¡Amén

[(MÚSICA)]