Salmo 125


Cuando el Seño r cambió la suerte de Sion, *
nos parea soñar:
la boca se nos llenaba de risas, *
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles dean: *
«El Seño r ha estado grande con ellos.»
El Seño r ha estado grande con nosotros, *
y estamos alegres.
Queel Seño r cambie nuestra suerte, *
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con grimas *
cosechan entre cantares.
Al i r, iba llorando, *
llevando la semilla;
al volve r, vuelve cantando, *
trayendo sus gavillas.

[(MÚSICA)]