Dichoso
el hombre que no sigueᴗel consejo de los impíos, †
ni
entra por la senda de los pecadores, *
ni
se sienta en la reunió n de los cínicos;
sino
que su gozo es la ley del Señor, *
y
medita su ley día y noche.
Será
comoᴗun árbol plantado al borde de laᴗacequia: †
da
fruto en su sazó n y no se marchitan sus hojas;
*
y
cuanto emprende tiene buen fin.
No
así los impío s, no así; *
serán
paja que arrebata el viento.
En
el juicio los impíos no se levantarán, *
ni
los pecadores en laᴗasamblea de los justos;
porqueᴗel
Seño r protegeᴗel camino de los justos, *
pero
el camino de los impíos acaba mal.