Pastor
de Israe l, escucha, *
Tú que guías a José comoᴗa un rebaño;
Tú
que te sientas sobre querubines, *
resplandece
ante ' Efraí n, Benjamín y Manasés;
despierta
tu poder *
y
ve n a salvarnos.
Oh
Dio s, restáuranos, *
que
brille tu rostro y nos salve.
Seño
r, Dio s de los ejércitos, †
¿hasta
cuá ndo estarás airado *
mientras
tu pueblo te suplica?
Les
diste a come r llanto, *
a
beber lágrimas a tragos;
nos
entregaste a las contiendas de nuestros vecinos, *
nuestros
enemigos se burlan de nosotros.
Dio
s de los ejército s, restáuranos,
*
que
brille tu rostro y nos salve.
Sacaste
una vid deᴗEgipto, †
expulsaste
a los gentiles, *
y
la trasplantaste;
le
preparasteᴗel terreno, †
y
echó raíces *
hasta
llena r el país;
su
sombra cubría las montañas, *
y
sus pámpano s, los cedros altísimos;
extendió
sus sarmientos hasta el mar, *
y
sus brotes hasta el Gran Río.
¿Por
qué has derribado su cerca *
para
que la saqueen los viandantes,
la
pisoteen los jabalíes *
y
se la coman las alimañas?
Dio
s de los ejército s, vuélvete: †
mira
desdeᴗel cielo , fíjate, *
ve
n a visitar tu viña,
la
cepa que tu diestra plantó *
y
que Tú hiciste vigorosa.
La '
han talado †
y
le han prendido fuego; *
con
un bramido hazlos perecer.
Que
tu mano proteja ' a tu escogido, *
al
hombre que Tú fortaleciste.
No
nos alejaremos de Ti: *
danos
vida , para que invoquemos tu nombre.
Seño
r, Dio s de los ejército s,
restáuranos, *
que
brille tu rostro y nos salve.
[(MÚSICA)]