Yo
te amo , Seño[
r; †
Tú
eres mi fortaleza; *
Seño
r, mi roca , mi alcáza r, mi libertador.
Dio
s mío , peña mía , refugio mío , escudo
mío, *
mi
fuerza salvadora , mi baluarte.
Invoco
al Seño r de mi alabanza *
y
quedo libre de mis enemigos.
Me
cercaban olas mortales, *
torrentes
destructores me aterraban,
meᴗenvolvían
las redes del abismo, *
me
alcanzaban los lazos de la muerte.
En
el peligro invoqué al Señor, *
grité
a mi Dios:
desde
su templo É l escuchó mi voz, *
y
mi grito llegó a sus oídos.
Entonces
tembló y retembló la tierra, †
vacilaron
los cimientos de los montes, *
sacudidos
por su cólera;
de
su nariz se alzaba una humareda, †
de
su boca un fuego voraz, *
y
lanzaba carbones ardiendo.
Inclinó
el cielo y bajó *
con
nubarrones debajo de sus pies;
volaba
' a caballo de un querubín †
cerniéndose
sobre las alas del viento, *
envuelto
en un manto de obscuridad;
como
un toldo , lo rodeaban oscuro aguacero *
y
nubes espesas;
al
fulgor de su presencia, *
las
nubes se deshicieron en granizo y centellas;
y
el Seño r tronaba desdeᴗel cielo, *
el
Altísimo hacía oír su voz:
disparando
sus saeta s, los dispersaba, *
y
sus continuos relámpagos los enloquecían.
El
fondo del mar apareció, *
y
se vieron los cimientos del orbe,
cuando
Tú , Seño r, lanzaste un bramido, *
con
tu nariz resoplando de cólera.
Desdeᴗel
cielo alargó la mano y me agarró, *
me
sacó de las aguas caudalosas,
me
libró de un enemigo poderoso, *
de
adversarios más fuertes que yo.
Me
acosaban el día funesto, *
pero
el Seño r fue mi apoyo:
me
sacó a un lugar espacioso, *
me
libró , porque me amaba.
El
Seño r retribuyó mi justicia, *
retribuyó
la pureza de mis manos,
porque
seguí los caminos del Señor *
y
no me rebelé contra mi Dios;
porque
tuve presentes sus mandamientos *
y
no me aparté de sus preceptos;
le
fui enteramente fiel, *
guardándome
de toda culpa;
el
Seño r retribuyó mi justicia, *
la
pureza de mis manos en su presencia.
Con
el fie l, Tú eres
fiel; *
con
el íntegro , Tú eres íntegro;
con
el sincero , Tú eres sincero; *
con
el astuto , Tú eres sagaz.
Tú
salvas al pueblo afligido *
y
humillas los ojos soberbios.
Seño
r, Tú eres mi lámpara; *
Dio
s mío , Tú alumbras mis tinieblas.
Fiado
en Ti , me meto en la refriega; *
fiado
en mi Dio s, asalto la muralla.
Perfecto
es el camino de Dios, *
acendrada
es la promesa del Señor;
É
l es escudo *
para
los que a É l se acogen.
¿Quié
n es dio s fuera del Señor? *
¿Qué
roca ' hay fuera de nuestro Dios?
Dio
s me ciñe de valor *
y
meᴗenseña un camino perfecto;
É
l me da pies de ciervo *
y
me coloca en las alturas;
É
l adiestra mis manos para la guerra, *
y
mis brazos para tensa r la ballesta.
Me
dejaste tu escudo protector, †
tu
diestra me sostuvo, *
multiplicaste
tus cuidados conmigo.
Ensanchasteᴗel
camino a mis pasos, *
y
no flaquearon mis tobillos;
yo
perseguíaᴗal enemigo *
hasta
' alcanzarlo,
y
no me volvía *
sin
haberlo aniquilado:
los
derroté †
y
no pudieron rehacerse, *
cayeron
bajo mis pies.
Me
ceñiste de valo r para la lucha, *
doblegaste
a los que me resistían;
hiciste
volver la espalda ' a mis enemigos, *
rechazaste
a mis adversarios.
Pedían
auxilio, *
pero
nadie los salvaba;
gritaban
al Señor, *
pero
no les respondía.
Los
reduje a polvo, †
que
arrebata el viento; *
los
pisoteaba como barro de las calles.
Me
libraste de las contiendas de mi pueblo, †
me
hiciste cabeza de naciones, *
un
pueblo extraño fue mi vasallo.
Los
extranjeros me adulaban, *
meᴗescuchaba
n y me obedecían.
Los
extranjeros palidecían *
y
salían temblando de sus baluartes.
Viva
el Señor, †
bendita
sea mi Roca, *
sea
ensalzado mi Dio s y Salvador:
el
Dio s que me dio el desquite *
y
me sometió los pueblos;
que
me libró de mis enemigos, †
me
levantó sobre los que resistían *
y
me salvó del hombre cruel.
Por
eso te daré gracias entre las nacione s, Señor,
*
y
tañeréᴗen hono r de tu nombre:
Tú
diste gran victoria ' a tu rey, †
tuviste
misericordia de tuᴗUngido, *
de
David y su linaje por siempre.