Diceᴗel
necio para sí : «No hay Dios.» †
Se
han corrompido cometiendo execraciones, *
no
hay quien obre bien.
Dio
s observa desdeᴗel cielo a los hijos de Adán, *
para
ve r si hay alguno sensato que busque a
Dios.
Todos
seᴗextravían igualmente obstinados, *
no
hay uno que obre bie n, ni uno solo.
—
Pero
¿no
aprenderán
los malhechores,
†
que
devoran a mi pueblo
como
pan *
y
no invocan
al
Señor?
Pues
temblarán deᴗespanto, *
porque
Dio s esparce los huesos del agresor,
y
serán derrotados, *
porque
Dio s los rechaza.
¡Ojalá
venga desde Sion la salvación de Israel! †
Cuando
el Seño r cambie la suerte de su pueblo, *
se
alegrará Jaco b y gozará Israel.
[(MÚSICA)]