Salmo 31


Dichoso el queᴗestá ' absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado; *
dichoso el hombre a quien el Seño r no le apunta el delito.
Mientras callé[
se consuan mis huesos, *
rugiendo todo el a,
porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; *
mi savia se me había vuelto un fruto seco.
Había pecado , lo reconocí, *
no teᴗencubrí mi delito;
propuse:
«Confesaré al Seño r mi culpa», *
y Tú  perdonaste mi culpa y mi pecado.
Por eso , que todo fiel te supliqueᴗen el momento de la desgracia: *
la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará.
Tú  eres mi refugio,
me libras del peligro, *
me rodeas de cantos de liberación.
    Te instruiré  y teᴗenseñaréᴗel camin que has de seguir, *
    fijaréᴗe n ti mis ojos.
No seáis irracionales como caballos y mulos,
cuyo brío hay que domar con freno y brida; *
si no , no puedes acercarte.
Los malvados sufren muchas penas;
al que cona en el Señor, *
la misericordia lo rodea.
Alegrao s, justos,
y gozad con el Señor; *
aclamadlo , los de corazón sincero.

[(MÚSICA)]