Salmo 76


Alzo mi voz a Dio s gritando, *
alzo mi voz a Dio s para que me oiga.
En mi angustia te busco , Seño r o;
de noche extiendo las manos sin descanso, *
y mi alma rehusa el consuelo.
Cuando me acuerdo de Dio s, gimo,
y meditando *
me sient desfallecer.
Sujetas los párpados de mis ojos, *
y laᴗagitación no me deja ' hablar.
Repaso los as antiguos, *
recuerdo los años remotos;
de noche lo pienso en mis adentros, *
y meditándol me pregunto:
«¿Es queᴗel Seño r nos rechaza para siempre
y ya no volverá *
a favorecernos?
¿Se ha ' agotado ya su misericordia, *
se ha terminado para siempre su promesa?
¿Es que Dio s se ha olvidado de su bondad, *
o la cólera cierra sus entrañas?»
Y me digo:
«¡Qué  pena la a! *
¡Se ha cambiado la diestra del Alsimo!»
Recuerdo las proezas del Señor; *
sí , recuerdo tus antiguos portentos,
medito todas tus obras *
y considero tus hazañas.
Dio s o,
tus caminos son santos: *
¿qué  dios es grande como nuestro Dios?
Tú , oh Dio s, haciendo maravillas, *
mostraste tu pode r a los pueblos;
con tu brazo rescataste a tu pueblo, *
a los hijos de Jacob y de José.
Te vio el ma r, oh Dios,
te vio el ma r y tembló, *
las olas seᴗestremecieron.
Las nubes descargaban sus aguas,
retumbaban los nubarrones, *
tus saetas zigzagueaban.
Rodaba el estruendo de tu trueno,
los relámpagos deslumbraban el orbe, *
la tierra retembló estremecida.
Tú  te abriste camino por las aguas,
un vado por las aguas caudalosas, *
y no quedaba rastro de tus huellas:
mientras guiabas a tu pueblo,
como a un rebaño, *
por la mano de Moisé s y de Aarón.

[(MÚSICA)]