Salmo 16


Seño r, escucha mi apelación, *
atiende a mis clamores,
presta oído a mi plica, *
queᴗen mis labios n hay engaño:
emane de T la sentencia, *
miren tus ojos la rectitud.
Aunque sondees mi corazón, *
visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego, *
no encontrarás malicia en .
Mi boca no ha faltado
como suelen los hombres; *
según tus mandato s, yo me ' he mantenido en la senda establecida.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, *
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco *
porque Tú  me responde s, Dio s o;
inclina el oído *
y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
Tú  que salvas de los adversarios *
a quien se refugia ' a tu derecha.
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme de los malvado s que me asaltan, *
del enemigo morta l que me cerca.
Han cerrado sus entrañas *
y hablan con boca ' arrogante;
ya me rodean sus pasos, *
se hacen guiño s para derribarme,
como un león ávido de presa, *
como un cachorro agazapado en su escondrijo.
Levántate , Seño r, hazle frente , doblégalo,
que tu espada me libre del malvado, *
y tu mano , Seño r, de los mortales;
mortales deeste mundo: *
sea su lote ' esta vida;
de tu despensa les llenarás el vientre,
se saciarán sus hijos *
y dejarán a sus pequeño s lo que sobra.
Pero yo con mi apelación vengoᴗa tu presencia, *
y al despertar me saciaré de tu semblante.