Se
levanta Dio
s,
y se dispersan sus enemigos,
†
huyen
de su
presencia
*
los
que
lo '
odian;
como
el humo se disipa, *
se
disipan ellos;
como
se derrite la cera ' anteᴗel fuego, *
así
perecen los impíos ante Dios.
En
cambio , los justos se alegran, †
gozan
en la presencia de Dios, *
rebosando
de alegría.
Cantad
a Dio s, tocad en su honor, †
alfombrad
el camino *
del
que avanza por el desierto;
su
nombreᴗes el Señor: *
alegraos
en su presencia.
Padre
de huérfanos, †
protector
de viudas, *
Dio
s viveᴗen su santa morada.
Dio
s prepara casa a los desvalidos, †
libera '
a los cautivo s y los enriquece; *
sólo
los rebeldes se quedan en la tierra ' abrasada.
Oh
Dio s, cuando salías al frente de tu pueblo *
y
avanzabas por el desierto,
la
tierra tembló[ ,
†
el
cielo destiló ante Dio s, el Dio s
del Sinaí; *
ante
Dio s, el Dio s de Israel.
Derramasteᴗen
tu hereda d, oh Dio s, una lluvia copiosa,
*
aliviaste
la tierra extenuada;
y
tu rebaño habitó en la tierra *
que
tu bonda d, oh Dio s, preparó para
los pobres.
El
Seño r pronuncia un oráculo, *
millares
pregonan laᴗalegre noticia:
«Los
reye s, los ejércitos van huyendo , van
huyendo; *
las
mujeres reparten el botín.
Mientras
reposabais en los apriscos, †
las
palomas batieron sus alas de plata, *
el
oro destellaba en sus plumas.
Mientras
el Todopoderoso dispersaba ' a los reyes, *
la
nieve bajaba sobreᴗel Monte Umbrío.»
Las
montañas de Basán son altísimas, *
las
montañas de Basán son escarpadas;
¿por
qué tenéis envidia , montañas escarpadas,
†
del
monte ' escogido por Dio s para ' habitar,
*
morada
perpetua del Señor?
Los
carros de Dio s son miles y miles: *
Dio
s marcha del Sinaí al santuario.
Subiste
a la cumbre llevando cautivos, *
te
dieron tributo de hombres:
incluso
los que se resistían *
a
queᴗel Seño r Dio s tuviera una morada.
Bendito
el Seño r cada día, †
Dio
s lleva nuestras cargas, *
es
nuestra salvación.
Nuestro
Dio s es un Dio s que salva,
*
el
Seño r Dio s nos hace ' escapa r de
la muerte.
Dio
s aplasta las cabezas de sus enemigos, *
los
cráneos de los malvados contumaces.
Dice '
el Señor: †
«Los
traeré desde Basán, *
los
traeré desdeᴗel fondo del mar;
teñirás
tus pies en la sangre del enemigo *
y
los perros la lamerá n con sus lenguas.»
Aparece
tu cortejo , oh Dios, *
el
cortejo de mi Dio s, de mi Rey , hacia el
santuario.
Al
frente , marchan los cantores; †
los
último s, los tocadores de arpa; *
en
medio , las muchachas va n tocando panderos.
«En
el bullicio de la fiesta , bendecid a Dios, *
al
Seño r, estirpe de Israel.»
Va
delante Benjamí n, el más pequeño; †
los
príncipes de Judá con sus tropeles; *
los
príncipes de Zabuló n, los príncipes de Neftalí.
Oh
Dio
s,
despliega tu pode
r,
tu
pode
r,
oh Dios, *
que
actúa en
favo
r
nuestro.
A
tu templo de
Jerusalén
*
traigan
los reyes su
tributo.
Reprime
a la Fiera del Cañaveral,
†
al
tropel
de
los Toros,
*
a
los Novillos de
los
pueblos.
Que
se te rindan con lingotes
de plata:
*
dispersa
las naciones belicosas.
Lleguen
los magnates
deᴗEgipto,
*
Etiopía
extienda sus manos
a Dios.
Reyes
de la tierra
,
cantad
a
Dios, *
toca
d
para
el
Señor,
que
avanza por los cielo
s,
los cielos antiquísimos,
†
que
lanza su vo
z,
su voz
poderosa:
*
«Reconoce
d
el
poder
de
Dios.»
Sobre
Israel resplandece
su majestad,
*
y
su pode
r
sobre
las nubes.
Desdeᴗel
santuario
,
Dio
s
impone reverencia:
†
es
el Dio
s
de Israe
l
quien da fuerza y poder
a
su pueblo.
*
¡Dio
s
sea
bendito!
[(MÚSICA)]