Oh
Dio s, nuestros oídos loᴗoyeron, †
nuestros
padres nos lo han contado: *
la
obra que realizasteᴗen sus día s, en los años
remotos.
Tú
mismo con tu mano desposeíste a los gentiles, *
y
los plantaste a ellos;
trituraste
a las naciones, *
y
los hiciste crecer a ellos.
Porque
no fue su espada †
la
que ocupó la tierra, *
ni
su brazo el que le dio la victoria;
sino
tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, *
porque
Tú los amabas.
Mi
rey y mi Dio s eres Tú, *
que
das la victoria ' a Jacob:
con
tu auxilio embestimos al enemigo, *
en
tu nombre pisoteamos al agresor.
Pues
yo no confío en mi arco, *
ni
mi espada me da la victoria;
Tú
nos das la victoria sobreᴗel enemigo *
y
derrotas a nuestros adversarios.
Dio
s ha sido siempre nuestro ' orgullo, *
y
siempre damos gracias a tu nombre.
Ahora
, en cambio , nos rechaza s y nos avergüenzas,
*
y
ya no sale s, Seño r, con nuestras tropas:
nos
haces retroceder anteᴗel enemigo, *
y
nuestro adversario nos saquea.
Nos
entregas como ' ovejas a la matanza *
y
nos has dispersado por las naciones;
vendes
a tu pueblo por nada, *
no
lo tasas muy alto.
Nos
haces el escarnio de nuestros vecinos, *
irrisión
y burla de los que nos rodean;
nos
has hecho el refrán de los gentiles, *
nos
hacen muecas las naciones.
Tengo
siempre delante mi deshonra, *
y
la vergüenza me cubre la cara
al
oír insultos e injurias, *
al
ver a mi rival y a mi enemigo.
Todo
esto nos viene ' encima, †
sin
haberte olvidado *
ni
haber violado tu alianza,
sin
que se volviera ' atrás nuestro corazón *
ni
se desviaran de tu camino nuestros pasos;
y
Tú nos arrojaste a un lugar de chacales *
y
nos cubriste de tinieblas.
Si
hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios *
y
extendido las manos a un Dio s extraño,
el
Seño r lo habría ' averiguado, *
pues
É l penetra los secretos del corazón.
Por
tu causa nos degüellan cada día, *
nos
tratan como a ovejas de matanza.
Despierta
, Seño r, ¿por qué
duermes? *
Levántate
, no nos rechaces más.
¿Por
qué nos escondes tu rostro *
y
olvidas nuestra desgracia y opresión?
Nuestro
aliento se hundeᴗen el polvo, *
nuestro
vientre ' está pegado al suelo.
Levántate
a socorrernos, *
redímenos
por tu misericordia.
[(MÚSICA)]