Seño
r, escucha mis palabras, *
atiende
a mis gemidos,
haz
caso de mis gritos de auxilio, *
Rey
mío y Dio s mío.
A
Ti te suplico , Señor; *
por
la mañana escucharás mi voz,
por
la mañana teᴗexpongo mi causa, *
y
me quedo aguardando.
Tú
no eres un Dios *
que
ame la maldad,
ni
el malvado es tu huésped, *
ni
el arrogante se mantieneᴗen tu presencia.
Detestas
a los malhechores, †
destruyes
a los mentirosos; *
al
hombre sanguinario y traicionero lo aborrece ' el
Señor.
Pero
yo , por tu gran bonda d, entraréᴗen tu casa,
*
me
postraréᴗante tu templo santo con toda reverencia.
Seño
r, guíame con tu justicia, †
porque
tengo enemigos; *
alláname
tu camino.
En
su boca no hay sinceridad, *
su
corazó n es perverso;
su
garganta es un sepulcro abierto, *
mientras
halagan con la lengua.
Que
se alegre n los que se acogen a Ti , con júbilo
eterno; †
protégelo
s, para que se llenen de gozo *
los
que aman tu nombre.
Porque
Tú , Seño r, bendices al justo, *
y
como un escudo lo rodea tu favor.
(MÚSICA)